martes, enero 27, 2009




Sandro Romero Rey acaba de lanzar al mercado su más reciente libro titulado ‘Clock around the rock’. Es una obra en la que el autor, a través de crónicas, narra las experiencias de los conciertos que ha visto en el mundo de grupos y cantantes como los Rolling Stones, Rod Stewart, Michael Jackson, tantos. Entrevista con un artista que morirá amando el rock.




Por Santiago Cruz Hoyos
Reportero de EL PAÍS

Antes de salir para el concierto de turno, alistaba una libreta y un lapicero. Y se iba. Entonces, ya en el concierto, apuntaba los detalles. Las canciones que se tocaron, el ambiente, la anécdota de color, los comentarios. Y disfrutaba el concierto, y se perdía en esos ritmos del rock y cantaba y saltaba hasta que ya con sus ídolos al frente y los escenarios repletos de fanáticos que estaban a punto del colapso, del delirio, de la locura.

A su casa o al hotel también de turno llegaba con la sangre caliente y fluyendo a mil por hora. Sacaba la libreta de apuntes, se sentaba a escribir, a narrar lo que acababa de ver, de escuchar, de sentir. Algunas veces salía un cuento. Otras veces una crónica, una opinión, una cuartilla sobre música… a la larga no importaba el género. Ése, el de escribir en caliente, era el ritual. Lo incumplió en algunas ocasiones. Pero era el ritual.

Y entonces hoy aparece Sandro Romero Rey con un libro que se llama ‘Clock around the rock’, crónicas de un fan fatal, y que es producto de esa pasión esquizofrénica suya por el rock y de esa costumbre de escribir sobre los conciertos a los que ha ido por el mundo.

"Durante años me he dedicado a perseguirlos (a los cantantes de rock) porque en Colombia ver una estrella del pop internacional es como encontrarse con un oso polar en el Amazonas. Aunque, no lo crean. Ha habido casos de osos polares en el Amazonas y han tocado salvajemente bien. Ya hablaremos de ellos", escribió en el prólogo.

Y uno de vuelta a las páginas y se entera que este caleño que es dramaturgo, escritor, docente, periodista y mil cosas más estuvo en el concierto de los Rolling Stones en el ‘Shea Stadium’ de Nueva York, en 1989; que al mismo grupo, que es el que más ama, también lo vio en el Giants Stadium de Nueva Jersey en 1994: a Rod Stewart lo vio en París en 1991 y en Londres en 1998; a Michael Jackson lo vio en el hipódromo de Vincennes, París, en 1992 y a Prince Roger Nelson lo vio en la misma ciudad, el mismo año, en el Coliseo Bercy; a Gustavo Cerati lo vio en Bogotá en el 2000 y a The Police lo vio en México en el 2007. Y la lista sigue, es larga.

El libro, publicado por la editorial Aguilar, se convierte entonces en un testigo fiel de la pasión de Sandro Romero Rey por los Stones, por Los Beattles, por Jim Morrison, por Michael Jackson, por Bob Dylan, por Roger Waters, por Guns n’ Roses, por Fito Páez, por Gustavo Cerati, por tantos.

Claro que al final hay una sorpresa: dos sendos textos sobre Richie Ray y Bobby Cruz. Es que también es salsero, ama esa música y incluyó esos textos en su libro porque sí, porque le pareció, porque además el próximo año lanza un documental sobre la vida de los cantantes que se llama Sonido Bestial, y porque… no importa, esos textos son un bello final para un libro de música. "Los he amado tanto, que sería una verdadera injusticia no incluirlos en esta catarata de declaraciones de amor".

Sandro, camisa verde intenso, con cara de aterrado porque en Cali había un trancón de padre y señor mío a las 7:00 de la mañana, llegó a EL PAÍS con su libro en la mano. Entrevista sobre literatura y buenas canciones.

¿Qué es ‘Clock around the rock’?
Es una compilación de 25 crónicas sobre el mundo del rock. Textos que están estructurados como una ceremonia, porque para mí el rock está lleno de ceremonias. Las historias, fundamentalmente, cuentan experiencias de los conciertos a los que he asistido durante toda mi vida. Un libro muy en primera persona, con mucho humor, eso espero, y a la larga es un intento de traducir con palabras mi pasión por la música. Claro que lograr eso de manera fiel es casi imposible, las palabras no alcanzan para traducir esta pasión mía.

Hablemos de las crónicas...
Hay crónicas de distintas épocas, como la historia de la muerte de los dos Beatles, John Lennon y George Harrison, pasando al bloque más extenso del libro que es sobre los Rolling Stones, el grupo que más me gusta. En adelante hay textos sobre Jim Morrison, sobre Elton John, crónicas sobre los conciertos de Lou Reed, Michael Jackson, Eric Clapton, hasta temas más recientes como el concierto Bogotá de Björk y de Cat Power. Hay un solo cuento, que es sobre Fito Páez, que creo es el artista que más he visto en vivo y siempre he tenido amigas que quieren ser novias de él y que son fanáticas a morir. Es un cuento escrito en primera persona y la voz es la de una mujer que lo venera. También en el libro se encuentra una historia sobre la historia del rock en Colombia y el último capítulo es un homenaje a Richie Ray y Bobby Cruz que narra cómo logré realizar durante años un documental sobre la vida de estos grandes de la salsa, un documental que se llama Sonido Bestial y que estará listo el próximo año (el año anterior se ganó un premio por el documental en el Ministerio de Cultura). Es una crónica desde adentro, una crónica de una amistad con estos gigantes de la salsa.

¿Cuánto tiempo tardó en escribir este libro?
Fue escrito en distintas épocas, pero me senté a escribirlo ya como proyecto en el año 2003 en Barcelona, España, mientras grababa el documental. Quería hacer un libro de rock que se me convirtió en tres libros, entonces los dividí y de ahí surgió ‘Las ceremonias del deseo’, obra con la que me gané el premio nacional de cuento en el 2004 en Bogotá. El segundo libro es este, ‘Clock around the rock’, crónicas de un fan fatal y el tercero son textos más líricos, más poéticos, que los tengo guardados en un cajón.

¿Por qué el título?
Es un juego de palabras, el juego del tiempo alrededor de la música, la vida que pasa alrededor del rock. También es un homenaje a la canción ‘Rock Around the Clock’, el primer gran éxito del rock and roll en la historia, canción que surgió en 1952 y era cantada por Bill Halley y sus Cometas en 1954.

Y tanta pasión y tanto amor por el rock ¿cómo surgió?
Mi pasión por el rock siempre fue complementaria a mi pasión por el arte. Yo crecí entre artistas. Mi papá, Daniel Romero Lozada, era pintor y mi mamá, Lus Estela Rey, era bailarina de ballet y desde niño vivía en el mundo del arte. Recuerdo que no salía del barrio Centenario, el Colegio Berchmans y Bellas Artes, ese era mi mundo. Escuchaba siempre música clásica, estudié música un tiempo hasta que me encontré con el teatro y cuando lo estudiaba apareció el rock en mi vida por una casualidad. Mi papá me regaló el disco ‘Through the Past, Darkly’, un álbum de los Rolling Stones que salió al mercado en 1969 y que todavía conservo y escucho. Desde ahí me volví un aficionado solitario. Con el tiempo me encontré con otros aficionados igual de solitarios que yo como Luis Ospina y Andrés Caicedo y mis primos, Eugenio y Carlos Felipe Renjifo, a quienes en parte les dedico el libro. Ellos son grandes fanáticos de rock. Por ahí empezó una pasión que seguro morirá conmigo.

El libro cuesta 39 mil pesos, tiente 331 páginas, la portada es una foto de Sandro tomada por Fernell Franco cuando Romero cantaba rock con bandas bugueñas y caleñas en los años 80 y algunos que lo han leído dicen que el libro es una especie de manual delicioso sobre música, en fin. Que se abran las páginas de ‘Clock around the rock’. Que inicie la ceremonia, que suene la música.

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