lunes, marzo 02, 2009

Inesperado reencuentro



El jueves 12 de febrero se cumplieron 25 años de muerte del escritor Julio Cortázar. Días antes, la editorial Alfaguara sorprendió al mundo literario con el anuncio de la publicación en mayo del libro ‘Papeles Inesperados’, una serie de textos inéditos o poco difundidos del autor de Rayuela que fueron encontrados por su viuda, Aurora Bernárdez y compilados por el filólogo español Carles Álvarez. GACETA habló con Julia Saltzmann, directora editorial de Alfaguara en Argentina y encargada de la edición del libro, sobre esta nueva sorpresa de la literatura latinoamericana.



Por Santiago Cruz Hoyos

Revista GACETA - EL PAÍS


Días antes de su muerte, que se dio en la tarde de un domingo 12 de febrero de 1984, Julio Cortázar todavía escribía. Internado en el Hospital Saint Lazare de París, estaba en su cama redactando los textos que acompañarían las diez serigrafías realizadas por el pintor y escultor argentino Luis Tomasello para un libro titulado ‘Negro el 10’. Eran grandes amigos.

Según Mario Goloboff, uno de sus biógrafos y quien narra la anterior historia en el libro ‘Julio Cortázar, La Biografía’, publicado por la editorial Seix Barral, esos textos eran estremecedores, propios de una pluma que sabía que estaba a punto de morir, a punto de terminar su trabajo en la tierra.

Los títulos de los textos eran reveladores de su estado de ánimo: ‘Caballo negro de las pesadillas, hacha del sacrificio’; ‘Ruleta de la Muerte, que se juega viviendo’; ‘Tu sombra espera tras de toda la luz’...

Días después, ese escritor descubierto por Jorge Luis Borges que medía 1.93 centímetros y prefería viajar en tren a tomar un avión, se fue para siempre. En su lecho de muerte lo acompañó su primera y eterna compañera, la traductora argentina Aurora Bernárdez, y Luis Tomasello.
Esos textos escritos en el hospital fueron de los últimos que escribió Julio Cortázar en sus casi 70 años de vida, junto al libro ‘Salvo el crepúsculo’, que recopila lo mejor de sus poesías, y un libro de artículos sobre su país titulado ‘Argentina: años de alambradas culturales’.

El 14 de febrero, narra Goloboff, se llevó a cabo su funeral. La carroza que lo llevaría al cementerio Montparnasse, cambió la ruta establecida y pasó por los jardines de Luxemburgo y la plaza donde se encuentra la estatua de Balzac, en París, ubicada entre los bulevares de Raspail y Montparnasse.

En su funeral no hubo discursos. Cada uno de los asistentes llevó una flor que se lanzó mientras el cuerpo de Cortázar era depositado en la tumba de Carol Dunlop, su última esposa. (En 1967 terminó con Aurora e inició una relación con la lituana Ugné Karvelis, aunque no se casó. Posteriormente Cortázar se casa con Carol).

Ese último día lo acompañaron muchos jóvenes. Porque Cortázar despertaba admiración, pero también cariño. Sus lectores lo sentían cercano, como un miembro más de la familia.

Sobre las causas de su muerte se tejieron miles de mitos. Unos aseguraban que Carol y Cortázar habían contraído una fiebre extraña en un viaje a Panamá. Otros fueron más allá y hablaron de Sida. Pero la verdad es que Cortázar, que venía con una salud maltrecha debido a una hemorragia gástrica que sufrió en 1981 y una pena moral por la muerte de Carol el 2 de noviembre de 1982, murió en París debido a una grave enfermedad: leucemia.

Gabriel García Márquez escribió a propósito de su muerte una columna bella titulada "El argentino que se hizo querer de todos". Lo recordaba por "su profunda voz de órgano de erres arrastradas". También por "sus manos de huesos grandes como no recuerdo otras más expresivas". Y por sus ojos, "muy separados, como los de un novillo, y tan oblicuos y diáfanos, que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón".

De ese escritor que "en privado lograba seducir por su elocuencia y en público fascinaba al auditorio con una presencia ineludible que tenía algo de sobrenatural", Gabo se animó a escribir: "Fue el ser humano más impresionante que he tenido la suerte de conocer".

El escritor Julio César Londoño resalta aún de Cortázar "esa prosa precisa, virtuosa". Y una faceta del argentino que es poco estudiada: la de crítico literario. "Hizo una obra biográfica y crítica impresionante sobre Edgar Allan Poe". Claro que en su concepto, "Cortázar está un peldaño más abajo de genios como Borges y García Márquez. Pero sí he leído muchas de sus obras con placer".

Aunque se creía que ya toda la obra de Cortázar había sido leída, la editorial Alfaguara lanzó una noticia que alegró al mundo cultural. Aurora Bernárdez encontró gran material escrito por el argentino que no se conocía. Una parte de esos escritos son inéditos y el resto, una obra que se difundió en el pasado vagamente y no se tenían noticias de su existencia.

Aurora, junto con el especialista en la obra de Cortázar, el filólogo español Carles Álvarez Garriga, y la editorial Alfaguara, se dieron a la tarea de convertir ese material en un libro que ya tiene título y saldrá al mercado en mayo de 2009: ‘Papeles Inesperados’.

Gaceta habló con Julia Saltzmann, directora Editorial de Alfaguara en Argentina, encargada de editar el libro y una mujer que desde que tiene memoria ha estado involucrada en el mundo de la literatura "tanto, que mi primer trabajo fue en una librería y mi madre era correctora de pruebas". Diálogo sobre ese argentino que se hizo querer de todos y que este año, a través de esos inesperados textos, vuelve a encontrarse con sus lectores desde la eternidad.

Julia, hablemos del hallazgo. Sé que son unas 500 páginas inéditas encontradas por Aurora y Carles...

Antes que nada, una aclaración. Esa cifra de 500 páginas a las que te referís se alcanza ciertamente con material inédito como disperso, es decir que hay textos nunca publicados y otros publicados en distintos medios y en distintos idiomas pero nunca recogidos en un libro, además de haber tenido muy poca circulación y que hoy por hoy son imposibles de encontrar.

¿Dónde se encontró todo el material?
En una cómoda que se encuentra en el primer piso de la casa de París donde convivieron Cortázar y Aurora Bernárdez y donde aún vive su viuda y albacea literaria.

¿Quién se encontró con el material y cómo llegó a él?
Aurora Bernárdez sabía que en la cómoda se conservaban papeles de Cortázar, pero no le había llegado el día de revisarlos a fondo, ya que se postergaba ese momento para cuando tuvieran que ser añadidos a las Obras completas a modo de apéndices. En diciembre de 2006 Aurora decidió encarar la tarea en forma metódica junto al barcelonés Carles Álvarez, iniciándose así el proceso de estudio, clasificación y selección de todo el material.

¿En qué estado estaban esas páginas?
No sabría decirte exactamente, pero sí que había impresos, manuscritos y páginas escritas a máquina, muchas de ellas con correcciones y notas a mano.

¿Tienen claro en qué época escribió esos textos Cortázar?
Hay textos en los que consta la fecha, otros en los que ésta es deducible y otros sobre los que puede tenerse una noción aproximada. Pero lo precioso es que se encuentran producciones de todas las épocas: muy tempranas, de 1938 por ejemplo, hasta posteriores a 1980. Hay un cuento, por ejemplo, que es casi seguro una obra de adolescencia, y también discursos escolares a propósito de fechas patrias. Se lee un Cortázar solemne que resulta desconocido, pero aun en esas piezas es posible atisbar rasgos propios de su persona. El libro resulta apasionante justamente porque atestigua una parábola artística y vital tan amplia, la del hombre que era y el que llegó a ser.

¿Qué dicen esas páginas? ¿Son cuentos? ¿Cartas? ¿Ensayos? ¿Qué podremos leer en ‘Papeles Inesperados’ a partir de mayo?
Se trata de textos de todos los géneros. Hay cuentos, poemas, crónicas de viaje, artículos políticos, crítica de arte, discursos, autoentrevistas. Es un conjunto maravilloso que muestra todas las facetas de Cortázar y permite apreciar su formación de escritor y su evolución como artista y como ser humano. Hay algunos cuentos desconocidos y también versiones diferentes de otros publicados, nuevas historias de cronopios, más episodios de Lucas, un capítulo no incluido en el Libro de Manuel (una escena de sexo) y textos de no ficción desconocidos y de muchísimo valor. A mí estos últimos me gustan muchísimo, sobre todo las crónicas de viajes y las estampas de escritores y artistas: un episodio entre él y unos niños lustrabotas en una ciudad de la India, un recorrido por pueblos de Nicaragua junto a Sergio Ramírez; hay un texto sobre Lezama Lima que es muy hermoso, otro sobre un artista brasileño que fue su amigo y le mandaba por correo botellas de cachaza. Son pequeñas escenas inolvidables. También es importante recordar, ahora que ha pasado el tiempo, con qué vehemencia Cortázar difundió lo que nos estaba pasando en América, qué conciente fue de la urgencia de actuar ante las desapariciones y los asesinatos y toda la violencia que vivía el continente. También valoro mucho una intervención en un congreso en Cuba, donde queda bien expuesta su postura sobre el papel del escritor. En fin. ‘Papeles Inesperados’ es un libro generoso, hay mucho para disfrutar.

Cuéntenos un poco de lo que ha leído. ¿Cómo define esas páginas nuevas? ¿Aún se nota ese humor tan suyo?
Creo que constituyen un gran reencuentro con Cortázar, con todos los Cortázar posibles, que son más de los que a veces se cree. Son páginas que dan mucho placer, conmueven, inspiran admiración, despiertan interés. ¿El humor? Seguro, claro que están presentes también su inclinación al juego, su burla a la solemnidad. Es una lectura que hace revalorizar a Cortázar y dan ganas de volverlo a leer.

¿Cómo es el trabajo en cuanto a la edición del libro? ¿Qué nos puede adelantar al respecto?
La edición está ahora a mi cargo, pero trabajamos en consulta permanente con Aurora y Carles. Acabamos de terminar la edición y corrección y ha sido muy divertido, con largas tandas de consultas y respuestas entre nosotros y la ayuda de una correctora meticulosa, a la que tuvimos que sofrenar a ratos (una vez Cortázar le escribió a una correctora, que le quería cambiar las comas, que no pensaba cambiar su forma idiomática de respirar). El proceso ha sido bastante ‘cortazariano’: rigor y humor.

El 12 de febrero se cumplieron 25 años de su muerte. ¿Qué se hizo en Argentina para homenajearlo?
Lo recordaron todos los medios y se iniciaron exposiciones, ciclos de conferencias, de cine, mesas redondas y actos de homenaje. La conmemoración de sus 25 años de muerte seguirá por varios meses. Por nuestra parte, en Alfaguara lanzaremos este mes la edición definitiva de ‘Salvo el crepúsculo’, en abril un libro para niños y en mayo, como decíamos, los esperados ‘Papeles inesperados’.

Y hoy Cortázar, ¿qué representa para Argentina?
Cortázar es un escritor popular, cuyos lectores se renuevan generación a generación; Rayuela y sus cuentos se siguen reimprimiendo continuamente y están siempre entre los libros más vendidos de la editorial. Y es además una figura muy querida y respetada.



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